martes, 16 de abril de 2013

Y de poder popular, ¿por qué porcentaje andamos? (A raíz de las últimas noticias que llegan de Venezuela)

La lucha de clases se agudiza en Venezuela. De nuevo la Historia retoma la forma de tragedia de la que Marx hablara y expulsa todo intento de escribirla en clave de comedia. A la burguesía, “ni un tantico así”: diría el Che. Mientras el imperialismo domine las relaciones económicas, internacionales, militares, mediáticas, la democracia burguesa sólo puede ser democracia dejando de ser... burguesa; y los burgueses acompañen a los feudales en el museo de la historia de la explotación y la opresión.
Lo que está pasando en Venezuela no tiene por qué ser malo (con el permiso para expresarnos así que puedan darnos las víctimas del pueblo a manos de los fascistas) siempre que la revolución no olvide que gobierno y poder no son sinónimos.
Capriles es un delincuente. De clase. El imperialismo es un delincuente que lo que no puede por un lado lo intenta por otro. El País es un delincuente: sólo hay que leer sus portadas. Y a los delincuentes... relación de fuerzas. Por cierto, una vez más: la responsabilidad de la agresión oficial desde Madrid y El País es nuestra. Solo es nuestra. Es nuestra tarea ver cuánto no cumplimos aquí para relajar la presión a la Venezuela revolucionaria. ¿También es culpa de Maduro nuestra falta de madurez antiimperialista?
Decía Lenin que los amigos se conocen en las dificultades y derrotas. ¡¡A desarrollar el movimiento antiimperialista aquí!! Desde donde estemos. Escalón tras escalón.
Ojo con aquellos que solo apoyan las revoluciones cuando solo buscan beneficios de pose. No olvidemos a los Saramagos de turno que a la mínima se pusieron contra Cuba. La revolución no es una fiesta. O mejor dicho: la fiesta está en trabajarla de forma continuada y sin aspavientos. Barro a barro. Barrio a barrio.
El triunfo de la revolución no se mide por porcentajes electorales. Que se lo pregunten a Allende, a Jacobo Árbenz (Guatemala), al Frente Popular del 36. En el contexto de la grave crisis sistémica capitalista e imperialista, no tiene por qué ser peor para la salud de la revolución en Venezuela haber ganado (electoralmente) por la mínima. No estamos allí para asegurarlo, pero hay crisis que anticipan victorias. Y tipos de victoria que anticipan derrotas. Algunos no estamos especialmente disgustados. Todo depende de cuán sea representativa del poder popular la foto de la última página de nuestro último número de la revista Cuba+ (http://cadizrebelde.org/images/stories/PDF/cuba2.pdf)
Viva Venezuela antiimperialista y socialista. Hoy más que nunca con ella.
Vicente Sarasa para redRoja

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