miércoles, 21 de febrero de 2018

La Postverdad es DIOS.

Y desde hace 1693 años. Concilio de Nicea, donde se reescribe la historia y se unifican criterios (aunque bastantes incongruencias se les cuelan a los guionistas, fruto de su burrez mística, del vino del Bósforo y de las bacanales que se daban los padres de la ecumene). 
Nace la Postverdad Eterna.
Manda cojones que vengan ahora los Neocon a ponerle ese nombre tan modernito y cool a algo que ya nos copió Hitler (el asesino Franco ni se atrevió con su monorquídia) 
... y aquí seguimos.

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