viernes, 18 de diciembre de 2009

LA TRASTIENDA DANESA


¿A qué huele Dinamarca?
Lobbys, lobos, hienas e ingénuos.
De nuevo la ceremonia del poder que se legitima discutiendo de lo divino para hacer lo inhumano.
La cumbre hay que hacerla en Wall Street y en las otras sedes mundiales del capitalismo, lo demás es producción baldía de CO2. La destrucción-depredación de los ecosistemas no es un daño colateral de este modo de producción sino una premisa inherente al mismo. Que dejen de engañar con tiritas.
 

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