En fin, la economía está perdida ... planifiquemos la miseria.
No, No ... espera, hay otra salida... recuperar la soberanía y mandarlos al carajo con un tiro en la cartera.
La globalización exige una rebelión mundial. Seremos fichas de dominó si no actuamos coordinados y simultáneamente.
¡Que sientan el terror de los pobres! Que no se atrevan a salir de sus madrigueras con corbata, maletín y limusina. Hay que eliminar sus paraísos artificiales, sus santuarios del lujo, que no puedan disfrutar de lo expoliado. Para eso la lucha debe comenzar en Manhattan y extenderse a todas las calles del mundo.
A partir de este momento declaramos El Campeonato Mundial del No Consumo.
¡Agredámoslos con nuestra miseria! 
No hay comentarios:
Publicar un comentario