Marchar entre el pueblo para que imponga su solución
Las Marchas de la Dignidad llaman a
movilizarse a nivel estatal contra un nuevo paquetazo de recortes
sociolaborales que se suman a los que se aplican desde hace años, siguiendo el
mandato de la Unión
Europea. La soga del pago de la deuda odiosa ha pasado en
nada de tiempo del 35% de lo que se produce en todo el Estado a más del 100%; evidentemente
no porque se gaste más en servicios sociales. Venimos diciendo que nos han
declarado una guerra social. No se trata de repetirnos,
sino de extraer de estos últimos años experiencias. Quienes nos machacan han
sacado las suyas. No podemos quedarnos atrás. Hay que ganar en eficacia para
acumular fuerzas: para resistir, tejer redes de solidaridad (solo el pueblo
salva al pueblo) y finalmente vencer. No hemos organizado esta movilización para
que sea una más. Tras un largo periodo de expectativas electorales, entramos en
un nuevo periodo donde, más que nunca, las movilizaciones tienen que servir
para realmente empoderar al pueblo que sufre.
Llamamos
a todos los colectivos y sectores en lucha a hacer de este 3 de diciembre una
apuesta de trabajo para mejorar la unificación de todas las luchas sociales
y laborales; concretamente al sindicalismo alternativo para que se haga
presente como BLOQUE COMBATIVO DE CLASE. Retomando el hilo de lo mejor de nuestra
historia reciente, es nuestra voluntad relanzar la Plataforma contra la Crisis-22M para
centramos en “marchar” en el seno de nuestro pueblo más sencillo. Porque solo de él puede salir “el martillo verdugo de esta cadena” (Miguel Hernández) que nos
esclaviza. Esa cadena que comienza con el paro y esos contratos basura que
impiden además la mínima defensa sindical. ¿Y quién si no el barro popular para edificar la solución
ante tanto desahucio, infravivienda y exclusión social? Viendo el descaro con
que se gastan recursos multimillonarios en “salvar” banqueros, capitalistas y
pagar sueldazos a mercenarios de la politiquería, y encima cada vez nos
reprimen y nos aMORDAZAn más, sólo podemos confiar en la fuerza de nuestra
unidad y autoorganización independiente para “imponer nuestra solución a
una crisis que no es nuestra”. No conseguiremos nada sin presión
de abajo.
Y esta se construye día a día, tajo a tajo, barrio a barrio. Hacerlo es vencer.
¡¡UNIDAD Y PODER POPULAR YA!!