viernes, 20 de noviembre de 2009

LOS GATOSPARDOS



Hace falta que todo cambie para que la cosa siga igual.
Como en el mito de la caverna nos hacen mirar al fondo las sombras que producen los Atuneros Índicos, los Siteles, los Sucesos (¡Ay, que buenos somos los ciudadanos honrados!, ¡Aprendan!). La impresión creada es: ¡eso es lo que hay, pichita! cualquier otra cosa es fascismo, no hay nada mejor que esto. Mientras, desmantelan decenios de conquistas sociales logradas a base de sangre para apuntalar un sistema corrupto, insostenible sin triturar carne obrera. Y lo peor es que está aceptado que así sea. No hay límite. Nos gusta la sodomía social. Hemos perdido el instinto asesino de clase, tras siglos de selección de los más dóciles y exterminio del rebelde, han conseguido por fin (ellos que dicen no creer en la Evolución) una variedad sumisa de obrero perfecto. El obrero "mea culpa" que paga religiosamente sus impuestos, los de sus patronos y los del imperio. ¿Pesimista? no, si se propone solución o atenuación de los daños. Hay que volver a tomar las calles, hacerlas nuestras otra vez, vivirlas y que sea ella la que determine las agendas. Hay que perder el miedo, el miedo es nuestro collar de perro. Hay que abandonar la idea de que la sociedad se nos da construida, mentira, la sociedad se construye con participacion ciudadadana día a día. La sociedad somos nosotros no la portada del HOLA.

No hay comentarios: