Berlusconi viziato, agredido en acto público púdico.

Reinventar la democracia o el salto atrás

"Acto deplorable el sufrido por el primer ministro italiano" ha comentado Alí Abu Nasrah, niño iraquí residente en Falujah, actualmente en silla de ruedas y a la espera de unas prótesis que sustituyan a las piernas que perdió junto con el resto de su familia en el ataque liberador de todos los ejercitos del mundo democrático en 2004.
El estado del primer mandatario italiano es estable en lo físico pero altamente inestable en lo mental, ya ha atacado sexualmente a tres enfermeras y a un monja que se agachó a recoger una cuña. Se prevee que se recupere en 20 días (la monja).  "Silvio quiere aprovechar esta convalecencia para hacerse una liposucción que tenía pendiente, un alargamiento de pene y promulgar una ley para reimplantar la pena de muerte en Italia" comenta el ministro de interior italiano, Roberto Maroni (marronazo para los amigos).
En cuanto al agresor, Massimo Tartaglia (Gran tartamudo) ha indicado a la prensa que "ya no aguantaba más, me estaba levantando a todas las pibas, de nada ha valido que aprendiera reggaeton, donde manda el dinero ...".
Coincide este acto con el incremento de informaciones que relacionan directamente a Berlusconi con capos de la camorra, y como ya hay quién lo ha definido como un acto terrorista, pudiera pensarse que es una maniobra de distracción para convertirlo en mártir democrático. "En Italia no tenemos un rey que nos salve de un golpe de estado, lo arreglamos golpeando con una catedral en miniatura a su equivalente sexual" declara Umberto Bossi líder de la fascista Liga Norte. Seguiremos informando.