¡Mariano, ... Mariano... que canto, aviso!
La transparencia en política es un mal ejemplo, y no llega muy lejos, porque es frágil.
Haz como todos Tío oPaco... niégalo todo... total ya a estas alturas podemos creernos que hasta esto es una democracia. ¡Sigue mintiendo bobo!... y silba, tu silba que eso descoloca a los opacos.
1 comentario:
Je, je, la transparencia tiene las patas cortas, puede ser, lo que tiene largos son los dedos, muy, muy largos. Un saludo, Silvia.
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