El
reciente brote de Ébola en el Estado español, que parece estar
controlado, ha puesto de manifiesto las graves insuficiencias de la
sanidad pública, así como la catadura política y moral de quienes toman
las decisiones. Eso suele suceder cuando se dan situaciones graves que
ocurren de improviso y los gobiernos no tienen tiempo de enmascarar
adecuadamente sus acciones.
La naturaleza de
clase del poder en el capitalismo y los intereses a los que representan
aparecen en estas situaciones con toda su crudeza.
El despropósito de importar casos
La decisión adoptada
por los gobiernos del Estado y de la Comunidad de Madrid de repatriar
al primer misionero enfermo de Ébola , y que se repitió con el segundo,
fue una irresponsabilidad política. Se hizo en contra de principios
básicos de actuación para la prevención de epidemias y carecía de
justificación, incluso desde el punto de vista humanitarioi.
Importar de forma
premeditada un caso de una enfermedad infecciosa con una elevadísma
capacidad de contagio y con una mortalidad de entre le 50 y el 90% de
los casos suponía, como ha sucedido, poner en grave riesgo la salud de
las trabajadoras y los trabajadores de la sanidad y de toda la
población. Como sucede en las guerras, los altos mandos deciden desde
sus despachos, y la clase obrera paga con su vida.
Nada justificaba
desde el punto de vista humanitario la repatriación de los dos casos de
Ébola cuando era evidente que ningún tratamiento eficaz podía
proporcionárseles aquí y que las medidas paliativas hubieran podido
hacérseles llegar al lugar donde estaban, contribuyendo de paso a
reforzar los pobrísimos sistemas sanitarios de esos países.
El humanitarismo
esgrimido por los gobiernos como justificación de estos hechos es un
insulto a quienes viven el drama diario del paro, de los desahucios, de
la desnutrición infantil, de quienes pierden la vida por la
insuficiencia de recursos sanitarios o de quienes mueren apaleados por
las”fuerzas del orden” en las vallas de Ceuta y Melilla.
Una pregunta que es
imprescindible hacerse. La Orden de S. Juan de Dios, no solamente manda
misioneros a África, sino que es una empresa privada que tiene
conciertos de numerosos hospitales de su propiedad con diferentes
CC.AA., y en especial con la Consejería de Sanidad de Madrid. ¿Estos
hechos son ajenos a las decisiones tomadas?
Privatización versus desmantelamiento de la sanidad pública.
El esperpento de la
decisión alcanza cotas máximas cuando, además, se traslada a los
enfermos a un sistema sanitario público en proceso de desmantelamiento.
La privatización de
la sanidad masiva en curso conlleva directamente, a mayor gloria del
negocio privado, la degradación de la sanidad pública. Y esto no son
palabras. El Ministerio de Sanidad y la Consejería de Sanidad de Madrid
decidieron desmantelar la única unidad de referencia estatal para
emergencias epidémicas del Hospital Carlos III, para convertir este
centro en un hospital de enfermos de media y larga estancia. Cuando se
decidió trasladar a los enfermos de Ébola el personal sanitario
especializado en la atención de estas patologías, en su inmensa mayoría,
ya no formaba parte de la plantilla.
¿Y por qué se toma
esa decisión de desmantelar dos buenos hospitales como el Carlos III o
el Hospital de La Princesa? Porque era necesario descargar al negocio de
los hospitales de gestión privada de enfermos “no rentables” como los
enfermos crónicos. ¿Hay mayor evidencia de cómo las decisiones políticas
están al servicio de la rentabilidad de las empresas? Seguramente no,
pero estas cosas pasan desapercibidas hasta que vemos cómo estos hechos
afectan directamente nuestra salud y nuestra vida.
Todo el desastre de
la improvisación, de la falta de formación del personal en la
utilización de los equipos de protección, del tratamiento de residuos y
de la manipulación de los cadáveres es bien conocida.
Menos información ha
habido acerca de la incorporación de personas de las listas del paro,
presionadas para trabajar sin apenas formación y que aceptaban porque
“más cornás da el hambre”.
El odio de clase ha
tenido su máxima expresión estos días en los desesperados intentos de
las autoridades sanitarias por forzar declaraciones autoinculpatorias de
Teresa, en la situación penosa en la que se encontraba, y en el
desprecio por el trabajo de quienes se están jugando la vida por parte
del Consejero de Sanidad y de la Ministra. Su incapacidad, que muestra
un nivel intelectual muy por debajo de la media de la población general,
refleja que están ocupando sus puestos al servicio de intereses que
nada tienen que ver con la salud pública.
¿De donde viene el brote de Ébola?
Hay muchas incógnitas que resumo aquí:
*
Se dice que los países principalmente afectados son de los más pobres
del mundo y efectivamente ocupan los últimos puestos en renta per cápita.
Sin embargo, Sierra Leona (colonia del Reino Unido hasta 1961) es el
principal exportador de diamantes el mundo, Liberia,(ex-colonia de
EE.UU.) es el tercer exportador de hierro, Guinea (ex-colonia francesa)
tiene la cuarta parte de reservas mundiales de bauxita y es un
importante exportador de oro y diamantes. Todas las empresas
exportadoras están en manos, respectivamente, de Gran Bretaña, EE.UU. y
Francia.
Mientras
Cuba ha enviado tres brigadas de profesionales sanitarios a cada uno de
los países afectados, el único país del mundo que lo ha hecho, EE.UU ha
enviado 4.300 soldados, el Reino Unido 750 y Francia 400.
*¿Por
qué el actual brote de Ébola, el nº 25, que ha matado a más personas
que todos los anteriores, surge en el Oeste de África, donde se no había
producido antes? ¿Por qué no se ha publicado ningún estudio
epidemiológico del origen de este brote?.
*
¿Por qué EE.UU. patentó en 2012 el virus del Ébola y reclama la
propiedad de todos los virus del Ébola que compartan el 70% de similitud
con el mismo, así como el método para propagarlo y el tratamientoii?
*¿Tiene
alguna relación con el brote actual el hecho de que la empresa
canadiense Tekmira, creadora del medicamento contra el Ébola ZMAPP y que
ha aumentado el valor de sus acciones en un 40% desde agosto pasado, tenga
un contrato de 140 millones de dólares con la agencia del Pentágono
especializada en Sistemas de Biodefensa y Contraataque Médico
Terapéutico?iii
*
¿Está relacionado con el brote actual de Ébola, en un lugar de África
donde no existía, el laboratorio del hospital de Kenema, en Sierra
Leona, que colabora en armas biológicas – y en concreto con el Ébola –
con el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas de
la Armada de EE.UU. (USAMRIID)? A este respecto hay un hecho
inquietante: la población de Sierra Leona cercana al hospital de Kenema
atacó este verano el hospital, acusándole de expandir el virus y el
Ministerio de Sanidad lo cerró el pasado 23 de julioiv.
Como
me dijo un médico epidemiólogo con formación militar, a quien hice
estas preguntas, el virus del Ébola reúne todas las características de
una potente arma biológica, aunque nunca sepamos la respuesta.
Lo
que es claro es que privatización de la sanidad, desmantelamiento de la
sanidad pública y guerra imperialista forman parte de una ofensiva de
clase
que, o la enfrentamos, o la pagamos con nuestra vida.
i http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=5390&titulo=NOTICIAS
ii http://www.rebelion.org/noticia.php?id=188565
iii http://www.rebelion.org/noticia.php?id=188346
iv http://sp.ria.ru/opinion_analysis/20141016/162495984.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario