Benedicto XVI dona su hemisferio cerebral derecho a Munilla. El obispo de Don Ostia se negó a recibir el izquierdo.

 El Papa y su hemisferio.

El papa conmovido por la caridad teleológica de Munilla hacia el pueblo haitiano y ante las carencias anatomoteológicas del prelado euskaldún ha decidido, en un gesto que la Curia ha calificado de sublime, donar su hemisferio cerebral derecho para que le sea implantado “in vivo” al monseñor. El cirujano encargado de realizar la extirpación es Alberto Zangrillo, el mismo que realizó simultáneamente la repoblación capilar y extirpación del sistema nervioso central de Silvio Berlusconi. Comentó que “está demostrado que en él se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías. El cerebro derecho piensa y recuerda en imágenes”. Y promete que tras su implantación en Munilla “volverá a recuperar la capacidad empática, podrá ponerse en el lugar del otro y sentir el mal ajeno como propio”.
Por otro lado, el primer efecto secundario en Benedicto XVI no ha tardado en aparecer, al quedarse sólo con el lado racional y lógico del cerebro, sufre una crisis de fe que le ha llevado a vender a un magnate texano la Capilla Sixtina, a iniciar la construcción de un centro comercial en la plaza de San Pedro, un Parque Temático sobre la Roma de Vespasiano y una macrodiscoteca en Castelo Sant´Angelo. También prevé la emisión de deuda pública vaticana, pagadera en el más allá. Todos los fondos recaudados, junto con el tesoro papal se destinarán a la reconstrucción de Haití.