EEUU blinda USAITÍ

Al Qaeda en USAITÍ

Siguiendo los pasos prefijados por el superordenador Risk Master Game, comienza la expulsión de la prensa libre de USAITÍ. No debe haber testigos incómodos de la operación de limpieza iniciada por el Ejército de Salvación Sísmica de los EEUU, cuya divisa “Lidera et Impera” es un canto a la política de hechos consumados, tan acorde con los principios fundacionales de la mayor democracia del mundo, faro, espejo y ejemplo del mundo libre.
Para evitar suspicacias, Risk Master Game ha generado dos focos de distracción para las empresas de comunicación del mundo full libre.
La primera, que fue desechada, proponía el bombardeo de las zonas aún en pie para acabar el trabajo, pero las pruebas ya realizadas   en Gaza el año pasado, confirmaban la resistencia de las unidades vitales orgánicas a perecer, aún estando rodeadas de un muro de hormigón de 7 metros y recibir una lluvia de napalm.
La segunda, que es la elegida, consiste en activar todas las alarmas por la presencia de unidades de Al Qaeda en USAITÍ. En efecto, en la localidad centrousaitiana de Porc Cabrit ha sido identificado el imán Jahmal   Zahres, cabeza visible de la peligrosa célula “Kwat-libr del Karib”, cuya misión era establecer un sultanato dependiente de Venezuela en la antigua Haití. Esta base en el Caribe serviría para perpetrar ataques masivos a la población de jubilados judíos residentes en Florida mediante la distribución de pañales bomba y dentaduras explosivas.
Durante los próximos días se completará la expulsión de la prensa extranjera de USAITÍ y se  establecerá un gobierno títere que redacte una nueva constitución. Para ello el Departamento de Estado Norteamericano ya ha “tocado” a prestigiosas figuras del derecho internacional como Manuel Fraga Iribarne, Shimon Peres, Pat Robertson, José María Aznar y toda la familia Bush. Se preparan elecciones democráticas para 2025, cuyo comité electoral central estará encabezado por los expertos Mohamed VI de Marruecos y Micheletti "el vitalicio".
El Instituto Nobel estudia entregar por segunda vez el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama, caso insólito en la historia de estos premios.